 
        El 30 de octubre de 1983 marcó un hito en la historia argentina, ese día, millones de ciudadanos y ciudadanas volvieron a ejercer su derecho al voto en elecciones libres, tras más de siete años de dictadura cívico-militar. Con una participación masiva y esperanzada, se dió inicio a una nueva etapa de vida democrática que aún hoy se sostiene.
La recuperación de la democracia significó mucho más que un cambio de gobierno. Representó el fin del miedo, la censura y la represión, y el comienzo de un tiempo en el que las instituciones, la justicia y los derechos humanos volvieron a ocupar un lugar central.
En el ámbito universitario, esta fecha invita a reflexionar sobre el papel de la educación, la ciencia y el conocimiento en una sociedad democrática. Las universidades públicas, autónomas y comprometidas con el pensamiento crítico, son pilares fundamentales para garantizar la libertad de pensamiento y la igualdad de oportunidades. En tiempos en que los gobiernos vuelven a mostrarse duros con la educación, reducen presupuestos, desvalorizan el trabajo académico y ponen en duda la función social del conocimiento, reafirmar el valor de la democracia implica también defender la universidad pública y el derecho a estudiar, enseñar e investigar.
Conmemorar este día es un acto de compromiso con el presente, sostener las instituciones, la educación pública y los espacios de pensamiento crítico como base de una sociedad más justa, libre e inclusiva.