Prosecretaría de Inteligencia Institucional

Una iniciativa estratégica orientada a fortalecer los procesos académicos mediante el diseño curricular, seguimiento académico, toma de decisiones basadas en evidencia, y mejora continua.

La Prosecretaría de Inteligencia Institucional, dependiente del decanato de la FCEFyN, se constituye como una herramienta clave de gestión orientada a fortalecer la toma de decisiones en el ámbito académico, a partir del uso sistemático de información, diagnósticos y análisis integrales. Su creación expresa la decisión de avanzar hacia una institucionalidad más reflexiva, planificada y centrada en la mejora continua de las trayectorias formativas, los procesos de enseñanza y la organización académica.

Con una mirada transversal, esta Prosecretaría articula acciones que combinan el seguimiento académico, la innovación, desarrollo curricular, la formación docente, acreditaciones y la adecuación normativa, siempre desde un enfoque basado en evidencia y con fuerte anclaje en los objetivos estratégicos de la Facultad.

Inteligencia Institucional diseña, articula y coordina políticas y herramientas para el seguimiento, evaluación y mejora continua de los procesos académicos promoviendo una cultura institucional basada en la evidencia. Asiste el desarrollo de planes de estudios, procesos de acreditación y propone estrategias para la implementación curricular.

Misión, Visión y Valores

Misión

Diseñar, coordinar y articular estrategias institucionales orientadas al seguimiento, evaluación y mejora continua de los procesos académicos mediante la producción, análisis y uso de información relevante, contribuyendo a una gestión más eficaz, transparente y centrada en la mejora continua, promoviendo una cultura institucional basada en la evidencia. Asistir en el desarrollo de planes de estudios, procesos de acreditación y proponer estrategias para la implementación curricular.

Visión

Ser un espacio de referencia en el diseño y articulación de políticas académicas basadas en evidencia, que promueva una cultura institucional orientada al aprendizaje organizacional, la innovación curricular y el compromiso con la calidad educativa.

Valores

  • Compromiso con la calidad: Promover la mejora continua como principio rector del quehacer académico.
  • Rigurosidad técnica: Basar cada acción en marcos conceptuales sólidos y en datos relevantes y confiables.
  • Colaboración: Trabajar articuladamente con las diferentes áreas y escuelas, reconociendo la complejidad del sistema académico.
  • Innovación: Impulsar procesos de mejora sostenidos por enfoques actualizados, flexibles y contextualizados.
  • Transparencia: Contribuir a una gestión institucional clara, abierta, con acceso a la información y orientada al bien común.

Principales funciones del área

Planes de estudio: Acompañar a las escuelas en el desarrollo de nuevas propuestas académicas y planes de estudio, desde la etapa de diseño hasta su aprobación e implementación, asegurando coherencia normativa, pertinencia formativa y alineación con la propuesta institucional.

Implementación curricular: Diseño de estrategias para el aseguramiento de la implementación efectiva de nuevos planes de estudio en las carreras de grado y pregrado mediante la formación docente y seguimiento de planes de estudio. En otras palabras, ayudar a que los cambios propuestos en los planes de estudio lleguen efectivamente a las aulas.

Acreditaciones: Coordinar técnicamente los procesos de acreditación de carreras de grado y pregrado, elaborando diagnósticos institucionales, articulando evidencias y facilitando la integración de las áreas y actores involucrados.

Normativa académica: Participar y coordinar en conjunto con las áreas pertinentes, la revisión y adecuación de la normativa académica con el fin de asegurar su coherencia interna y su actualización frente a los desafíos pedagógicos y curriculares actuales.

Formación y actualización docente: Proponer, en coordinación con las áreas responsables, programas de formación docente específicos basados en necesidades detectadas a partir del seguimiento académico y de las definiciones estratégicas institucionales.

Seguimiento académico institucional: Diseño, planificación y asistencia para la puesta en marcha de la puesta en marcha del sistema de seguimiento académico, incluyendo la elaboración de indicadores, criterios y reportes orientados a mejorar la toma de decisiones sobre trayectorias, rendimiento, permanencia y egreso.

Enfoque por competencias: Diseñar herramientas, estrategias y propuestas para asegurar la incorporación efectiva del enfoque por competencias en la organización académica, incluyendo la planificación, enseñanza y evaluación.

Sistemas de información para la toma de decisiones: Generación de marcos conceptuales y metodológicos que permitan articular y mostrar datos relevantes del ámbito académico en función de criterios de resultados y calidad, promoviendo una cultura institucional orientada a la evidencia. Proponer herramientas para gestionar, articular, sistematizar y poner a disposición información académica para la toma de decisiones a nivel de escuelas y áreas de gestión institucional.

Plan de implementación del sistema de seguimiento: Elaborar el plan estratégico para la puesta en marcha del sistema de seguimiento académico institucional, definiendo sus componentes, cronograma y requerimientos, en articulación con las áreas responsables de su ejecución operativa.

Mejora Contínua: Proponer criterios para la toma de decisiones basada en datos. Proponer estrategias de mejora a partir del análisis de datos académicos, promoviendo una cultura institucional orientada a la evidencia.

Seguimiento Académico

Como habrás visto, mencionamos reiteradamente el “seguimiento académico”, pero ¿de qué se trata exactamente?

En un sentido amplio, el seguimiento académico se refiere al análisis sistemático y sostenido de información relevante que permite observar y comprender el funcionamiento del sistema académico en su conjunto. No se limita únicamente al estudio de las trayectorias estudiantiles, sino que abarca también aspectos clave como el uso y disponibilidad de recursos institucionales, el grado de implementación y actualización de los planes de estudio, y los mecanismos de evaluación del aprendizaje. Entendemos el seguimiento académico como un instrumento de gestión integral que brinda insumos objetivos para el monitoreo, la planificación y la mejora continua.

El objetivo del sistema de seguimiento académico es obtener información de forma sistemática, ordenada y objetiva que permita determinar problemas, sus causas y facilitar la toma de decisiones basadas en evidencias para mejorar la calidad académica.

Dentro de esta mirada amplia, podemos identificar dentro del seguimiento académico ciertas dimensiones centrales que detallamos a continuación:

  • Seguimiento de trayectorias estudiantiles: Se basa principalmente en el análisis estadístico de los resultados de los estudiantes. Nos permite identificar patrones de ingreso, permanencia, abandono y egreso, a las carreras, de aprobación, regularización, abandono y fracaso en asignaturas y comisiones entre otras. Su objetivo es identificar problemas sistemáticos y situaciones que requieran una intervención particular.
  • Seguimiento institucional: se centra en el análisis del uso de recursos clave que condicionan la experiencia formativa, para determinar la eficiencia de la institución como prestadora de un servicio. Se analizan parámetros como relación docente-estudiante, oferta de asignaturas, disponibilidad de comisiones, uso de espacios, etc. Su objetivo es lograr un uso más eficiente de los recursos humanos y técnicos, como así también prever políticas de inversión o adecuación de planta e infraestructura.
  • Seguimiento de planes de estudio: Tiene por objeto monitorear la implementación efectiva de los planes de estudios, es decir determinar el grado de apartamiento que existe entre el diseño curricular y lo que realmente sucede en el aula. También se analiza la pertinencia del diseño curricular y se busca determinar requerimientos para la actualización periódica. Si bien conceptualmente puede ser el más sencillo de los cuatro puntos, es por lejos el de más difícil implementación, ya que se vale como herramientas de diagnóstico la evaluación entre pares, observaciones, encuestas y entrevistas entre otros.
  • Seguimiento de las evaluaciones: En esta dimensión se consideran dos aspectos diferenciados: Por un lado se busca determinar si las metodología, alcance e intensidad de las evaluaciones son acordes a la propuesta académica, y por otro determinar de si los saberes desarrollados por los estudiantes son acordes a los esperados para distintas instancias del proceso de aprendizaje.

¿Por qué es importante desarrollar estas líneas de trabajo?

Porque nos permite tomar mejores decisiones. El seguimiento sistemático de trayectorias, planes, recursos y evaluaciones proporciona evidencia concreta para revisar prácticas institucionales, orientar cambios curriculares y pedagógicos, y mejorar la calidad de la formación. Es la “realimentación del proceso” que nos ayuda a comprender qué está funcionando, qué debe ajustarse y qué puede proyectarse hacia adelante. En definitiva, permite tomar decisiones más informadas, más justas y más eficaces.

Este proceso puede comprenderse dentro del ciclo clásico de mejora continua conocido como PDCA (Plan–Do–Check–Act), ampliamente utilizado en la gestión de calidad en todo tipo de organizaciones, aunque es posible aplicar modelos más integrales también.

Desde esta perspectiva, el seguimiento académico no es un fin en sí mismo, sino una herramienta estratégica para sostener un proceso continuo de mejora de la calidad, orientado por datos, enfocado en las trayectorias reales y comprometido con la toma de decisiones fundamentadas.

Además, contar con un sistema institucionalizado de seguimiento académico es un requisito explícito dentro de los estándares de acreditación de carreras comprendidas en el artículo 43 de la Ley de Educación Superior. En el marco de la acreditación de nuestras carreras, el organismo de acreditación ha puesto especial énfasis en este aspecto, y es esperable que adquiera aún mayor centralidad en futuras evaluaciones.

Este camino no comienza de cero, desde hace dos años, durante el proceso de autoevaluación institucional, como una posible debilidad el nivel de desarrollo de nuestras herramientas de seguimiento, y desde entonces se ha trabajado sostenidamente en este frente, en paralelo con la elaboración de los nuevos planes de estudio. Si bien se han logrado avances significativos que nos han permitido alcanzar un nivel aceptable de desarrollo en este aspecto, aún queda mucho por desarrollar y consolidar.

Desde el Área de Inteligencia Institucional nos proponemos diseñar el sistema de seguimiento académico y acompañar en su implementación. Esto se realizará en forma colaborativa con los directores de carrera, equipos de gestión y otras áreas involucradas. Por la complejidad y escala del desafío, se prevé un proceso gradual, sostenido y participativo, que requerirá el compromiso y la articulación de múltiples actores para que pueda convertirse en una herramienta efectiva, útil y perdurable.