Ingenieros electromecánicos desarrollan un sistema innovador de iluminación segura para plazas: SIPLA 24
Un proyecto con impacto social real.
Los ingenieros electromecánicos Agustín Roque y Tomás Rodríguez, junto al acompañamiento del profesor Carlos Ferrari, llevaron adelante un proyecto que demuestra cómo la formación técnica puede transformar realidades. Diseñaron y presentaron un sistema de iluminación segura de muy baja tensión en una de las plazas ubicadas frente al Cementerio San Jerónimo, un sector que presenta cinco espacios verdes contiguos y con diversas características.
El objetivo era claro: mejorar la seguridad del lugar y lograr una iluminación equivalente a la de una cancha de fútbol, pero con un sistema totalmente seguro para la comunidad.
Motivados por el desafío planteado por el profesor Ferrari —encontrar una solución concreta a un problema social a partir de las herramientas aprendidas en la carrera— Agustín y Tomás desarrollaron SIPLA 24, un sistema de iluminación para plazas que funciona a 24 voltios y elimina el riesgo de electrocución.
Además del sistema eléctrico, diseñaron un monolito de seguridad integrado estéticamente con el entorno, capaz de ubicarse a 2,5 metros de altura y garantizar protección total. La propuesta abarcó no solo lo técnico, sino también aspectos arquitectónicos y de integración urbana.
“El proyecto fue muy importante porque los alumnos hicieron un trabajo de campo exhaustivo: relevamientos de iluminación, análisis de seguridad y estudio de diferentes tipologías de plazas. Todo esto les permitió llegar a una solución completa y efectiva”, destacó el profesor Carlos Ferrari.
El desarrollo se llevó a cabo de manera ágil y coordinada:
“El sistema es sencillo; lo novedoso es su aplicación en este entorno. Trabajamos con buena predisposición y conseguimos proveedores nacionales para fabricar los componentes necesarios”, expresaron los graduados.
En la presentación final, autoridades institucionales estuvieron presentes acompañando el cierre del proyecto, reconociendo el trabajo de los jóvenes ingenieros y compartiendo junto a ellos detalles del proceso, la experiencia en campo y el valor social de la propuesta. Este reconocimiento subrayó la importancia de la iniciativa y el impacto que puede tener un proyecto bien orientado desde lo académico hacia la comunidad.
La experiencia de Agustín y Tomás muestra el potencial de estudiar Electromecánica y Mecánica: carreras que permiten analizar problemas reales y diseñar soluciones concretas que mejoran la vida de las personas. Cada proyecto representa una oportunidad para innovar, aprender y aportar al entorno. Este desarrollo, que combina seguridad, ingeniería y diseño, es un claro ejemplo de cómo la formación técnica puede convertirse en una herramienta para transformar espacios públicos y brindar bienestar social.
La ingeniería es un lugar para quienes quieren crear soluciones útiles y reales.
