En 1866 cuando se dió inicio a los estudios formales en Ingeniería en el país, el ingreso de las mujeres era del 0%. La primer mujer en graduarse de esa unidad académica fue 52 años después, es decir, en 1918.
Elisa Bachofen obtuvo su título de Ingeniera Civil, realizando su trabajo final sobre la Instalación de una fábrica de hilados y tejidos utilizando algodón del Chaco. Con este trabajo de investigación se convirtió no solo en la primer ingeniera argentina sino en la primera en Latinoamérica.
A un siglo de ese acontecimiento, aún tenemos grandes diferencias en las tasas de graduación entre hombres y mujeres. Según los últimos datos oficiales de la SPU, se gradúa una ingeniera cada 10.427 mujeres, mientras que un ingeniero se gradúa cada 3.238 hombres. De esta manera, las mujeres solo representan el 24% del total de los estudiantes de las carreras de Ingeniería a nivel nacional.
La Women’s Engeeniering Society estableció el 23 de junio como el Día Internacional de la Mujer en Ingeniería, con el fin de resaltar el rol de la mujer en esta profesión e incentivar a que más mujeres opten por estas carreras.