La Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales dicta 16 carreras de pregrado y grado y 25 de posgrado. Existe un universo estudiantil de 12000 jóvenes, 150 no docentes y alrededor de 1000 docentes. Somos una Facultad relativamente grande. Nuestro capital humano es su mayor fortaleza, sin el cual no hubiésemos podido alcanzar los logros obtenidos en este difícil año que transitamos.
Nuestro año comienza muy temprano, a fines de enero ya habíamos iniciado con el ciclo de ingreso y los cursos de verano. Así, pudimos ser de las pocas unidades académicas que al comenzar la cuarentena, había finalizado el ingreso de la cohorte 2020. Desde aquel momento, gracias al esfuerzo y el compromiso de docentes, estudiantes y nodocentes, hemos trabajado permanentemente para estar a la altura de los desafíos que plantea el contexto.
Realizamos dos tomas virtuales de juramento a graduados, siendo la primera vez que esto se hacía en forma masiva, en nuestra centenaria Universidad.
También fuimos de los pocos que tomaron turnos de exámenes especiales en la primer semana de junio, que usualmente se toman en mayo, lo que permitió que 180 estudiantes avanzados aprueben asignaturas, principalmente del quinto año de todas las carreras.
Desde el 20 de marzo a la fecha, se defendieron un centenar de tesinas y trabajos de fin de carrera. ¡Un nuevo graduado por cada día de cuarentena!
El área de Extensión continuó virtualmente con sus programas de formación continua y abordó la fabricación máscaras faciales con impresoras 3D operadas por estudiantes voluntarios, las que se donan a hospitales públicos.
Dos propuestas de la convocatoria nacional sobre COVID19, de nuestros investigadores, fueron seleccionadas para recibir financiamiento y se encuentran actualmente en progreso.
Cuando comenzó la cuarentena ya llevábamos dos semanas de clases presenciales y destaco la migración en una semana, del dictado de la mayoría de las asignaturas a modalidad virtual lo que considero una verdadera proeza. Posteriormente se fueron sumando el resto de las cátedras.
Se tomaron las evaluaciones parciales y se otorgaron regularidades y promociones en la mayoría de las materias.
Menciono estos logros con un inmenso orgullo, ya que reseñan el cumplimiento de nuestra misión y compromiso con la ciudadanía que nos sostiene y que nos confía sus jóvenes, para su formación como profesionales éticos y comprometidos socialmente.
Por supuesto, nada de esto fue sencillo. Trabajamos en la construcción de consensos que demandan mucho esfuerzo, y a veces un tiempo que no sobra ante una comunidad que precisa respuestas rápidas. Pero entendemos que no hay otra manera de responder ante una contingencia tan compleja que trabajando juntos y aunando los esfuerzos de todos.
En esta ardua tarea, nuestra premisa rectora siempre es que quienes estudian en nuestra Casa reciban una formación de alto nivel, que puedan rendir sus asignaturas y avanzar hacia su graduación. Para ello se aprobaron diferentes modalidades y plataformas de gestión de contenidos para el dictado de clases, se habilitaron canales de consulta virtual para docentes y estudiantes, se sistematizaron recursos y procesos y se los puso a disposición de las cátedras, para que cada una las implementara de acuerdo a sus propias características, con el fin de conseguir el mejor resultado académico posible.
Con el objeto de garantizar la enseñanza y el aprendizaje durante la pandemia y el aislamiento, tomamos muchísimas iniciativas, aprobadas por nuestro Consejo Directivo. Entre ellas, y de acuerdo a lo planteado por algunas cátedras cuyos docentes vieron situaciones que dañan el proceso evaluatorio, poner un software de monitoreo a disposición para la realización de exámenes.
Esta es una herramienta de uso opcional -de hecho sólo la han solicitado un 10% de las mesas evaluadoras previstas para julio- y cuya finalidad es simplemente, garantizar un proceso de evaluación justo y transparente. Cualquier software de monitoreo o proctoring es sólo una herramienta, y como tal, no es más importante que el propósito de quien la maneja.
Este es el objetivo de quienes harán uso del software. En este sentido es importante señalar que no es la Universidad quien lo adquiere, sino que lo hace un grupo de Facultades interesadas en él.
Por supuesto, la utilización de este y otros métodos tecnológicos depende en gran medida de las condiciones de accesibilidad, y conlleva una discusión sobre la desigualdad, sobre la cual deberemos continuar trabajando más allá del aislamiento social. Sin embargo, viabilizar el avance académico de la gran mayoría de los estudiantes es un objetivo valioso, que no va en desmedro de las medidas que se implementarán ni bien podamos realizar actividades presenciales, para quienes no hayan podido acceder a la virtualidad.
¿Es esta una solución óptima? No, lo óptimo sería tomar exámenes de manera presencial, como así también sería mejor cursar de manera presencial, y realizar las actividades de extensión e investigación de manera presencial. Pero ante la imposibilidad de hacerlo, estamos tomando todas las medidas a nuestro alcance para asegurar el buen funcionamiento de la Facultad, garantizando derechos y obligaciones, tanto de estudiantes como de docentes.
Sí, sorprenden las voces de quienes se oponen a la educación virtual, y a las herramientas que le son propias. Si, sorprende una actitud que en un momento complejo a nivel mundial, nacional y local, responda a cualquier otra intención que no sea trabajar para asegurar que los docentes puedan enseñar y que los estudiantes puedan aprender, acreditando debidamente sus conocimientos y permitiéndoles avanzar en su carrera.
Superada la pandemia, llegará el tiempo del balance de lo actuado durante este tiempo, de lo logrado entre todos y de lo que fuimos o no, capaces de hacer.
La Comunidad de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales tendrá muchas razones para enorgullecerse de lo hecho en este tiempo terrible, a pesar de los errores que cometemos, propios de quienes deciden el arduo camino de hacer, evitando la fácil senda de no hacerlo, para la que hoy, podríamos encontrar muchos pretextos.
Ing. Pablo Recabarren
Decano de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales
Universidad Nacional de Córdoba