Rechazamos toda acción de guerra para resolver conflictos y subrayamos la importancia de la diplomacia para el diálogo entre naciones. La violencia no construye ni resuelve los problemas de los pueblos.
Debo pedirles disculpas, ya que hoy es un día de celebración para quienes nos encontramos aquí reunidos, sin embargo tengo la obligación de referirme al ataque sufrido por Ucrania, de parte de Rusia. Todas las personas tenemos la obligación de pronunciarnos en contra del avance de algunos países en contra de las decisiones soberanas de otros, y nunca el uso de la fuerza debe ser la manera de resolver las diferencias políticas. Según Klausewitz, “la guerra es la prosecución de la política de un Estado por otros medios”, por lo que lo que hoy presenciamos no habla bien de la decisión tomada por el estado agresor, e independientemente de nuestras visiones y preferencias, nunca la pérdida de vidas debe ser el precio que se paga por mezquindades políticas o económicas. Quienes somos más grandes, vivimos en 1982, un conflicto bélico en nuestro territorio. Ocurrió en nuestras Islas Malvinas, muy lejos de las grandes capitales y la mayoría de nosotros continuó su vida casi normalmente, sin embargo muchos de nuestros jóvenes derramaron su sangre en defensa de nuestra soberanía territorial, lo que nos debe llevar a no ser indiferentes ante cualquier situación del dramatismo de lo que esta ocurriendo en el otro lado del planeta.
Por un diálogo democrático y pacífico
Comunidad de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
Universidad Nacional de Córdoba