Conmemoramos una década desde la instalación del primer Radar Meteorológico Argentino (RMA1) en su predio. Este radar, pionero en el país y parte del Sistema Nacional de Radares Meteorológicos (SiNaRaMe), marcó un antes y un después en la capacidad de monitoreo y pronóstico de fenómenos hidrometeorológicos en la región.
El RMA1, desarrollado por INVAP, es un radar doppler de doble polarización que permite detectar con precisión tormentas severas, granizo y eventos extremos como las lluvias convectivas características de Córdoba. Además, integra información con estaciones meteorológicas automáticas y satélites, lo que mejora notablemente los pronósticos y las alertas tempranas.
En estos diez años, el radar no solo ha fortalecido la investigación científica y la gestión de riesgos en la provincia, sino que también ha posicionado a la UNC como un actor clave en la integración regional de datos hidrometeorológicos. Gracias al trabajo del Observatorio Hidrometeorológico de Córdoba, creado en 2017, se han monitoreado eventos significativos como tormentas severas en Anisacate y Ascochinga, así como precipitaciones atípicas en la cuenca del Lago San Roque.
Mirando al futuro, la facultad celebra la llegada de un segundo radar meteorológico para 2025, ampliando las capacidades del SiNaRaMe y reafirmando el compromiso con la innovación tecnológica y el cuidado ambiental. Este nuevo equipo consolidará a Córdoba como un nodo estratégico para el monitoreo hidrometeorológico en Argentina.
La instalación del primer radar, hace una década, fue un hito que involucró un esfuerzo conjunto entre organismos provinciales y nacionales, demostrando la importancia de la cooperación para enfrentar los desafíos climáticos actuales. Desde la UNC, seguimos trabajando para fortalecer esta red y garantizar un monitoreo de calidad que beneficie a toda la comunidad.