La salud mental refiere al bienestar emocional intersubjetivo en el que la persona es capaz de hacer frente a las demandas tanto internas como externas de su cotidianeidad, es consciente de sus capacidades y puede gracias a ellas adaptarse e integrarse de manera efectiva en el mundo que le rodea. Trata de cierto equilibrio entre la persona y el entorno socio-cultural que la rodea, porque tanto lo psíquico como lo social influyen en el modo en que reacciona ante momentos de estrés.
La pandemia modificó nuestras realidades, la manera de vincularnos y generó grandes cambios, algunos positivos y otros no tanto. Es por eso que en la actualidad es importante que nos detengamos a pensar y tomar conciencia acerca de las herramientas con las que contamos que son positivas para seguir utilizandolas y cuáles no tanto, para así recrearlas o crear nuevas.
Hoy en día sabemos, desde la neurociencia, que la salud mental tiene un efecto sobre la salud física y viceversa. Es por eso que entendemos la influencia positiva de practicar deportes y/o alguna actividad física, la importancia de respetar las horas de descanso y practicar mindfulness, ejercicios de respiración, etc. Además es necesario realizar alguna actividad que produzca satisfacción, ya que el uso consciente del tiempo libre también forma parte de la salud mental. Por supuesto, no hay que olvidar el mantenimiento de hábitos de vida saludables en la alimentación.
Nuestros pensamientos cumplen un papel fundamental en nuestra vida. Es por eso que es importante prestar atención a ellos y cuidar mucho nuestro diálogo interno. Los pensamientos positivos favorecen a la salud mental, el equilibrio y el bienestar.
Del mismo modo, está comprobado que un recurso fundamental para la salud mental tiene que ver con los vínculos interpersonales. Disfrutar de la vida social, encontrar contención y actividades placenteras la incrementan de manera significativa.
Desde los dispositivos terapéuticos, la idea es acompañar a la persona a que pueda preguntarse por qué le pasa lo que le pasa, por qué repite situaciones que no le hacen bien. Cuando una persona se hace estas preguntas, puede comenzar a tomar más conciencia y transitar una vida más plena.
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