El 27 de septiembre se celebra el Día de la Conciencia Ambiental, instituido a partir de la sanción de la Ley 24.605 en 1995, en conmemoración de la tragedia ocurrida en 1993, cuando un escape de gas cianhídrico en Avellaneda, Buenos Aires, causó múltiples víctimas fatales. Esta fecha busca subrayar la importancia del compromiso colectivo con el cuidado del medio ambiente y la necesidad de adoptar métodos de producción sustentables.
La toma de conciencia sobre prácticas responsables es fundamental para avanzar en la lucha contra el cambio climático y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Entre las problemáticas ambientales más urgentes se destacan la contaminación, la pérdida de biodiversidad, la destrucción de espacios verdes urbanos y los incendios en humedales, temas que cobran especial relevancia en esta jornada.
Además de las acciones de las industrias, la ciudadanía puede contribuir activamente. El uso responsable del transporte es clave para mantener una atmósfera saludable: evitar los vehículos que funcionan a combustión y optar por alternativas como bicicletas, monopatines o caminar en trayectos cortos ayuda a reducir la emisión de gases. Asimismo, el consumo responsable del agua y el manejo sostenible del suelo en la agricultura son prácticas indispensables para la conservación del ambiente.
En el marco de esta celebración, conversamos con la Dra. Melisa Giorgis, Profesora Asistente de la cátedra de Biogeografía, Responsable de la Reserva Natural Vaquerías de la UNC e Investigadora Independiente de CONICET, quien compartió su visión sobre la importancia de esta fecha:
- ¿Por qué es importante la creación de este día?
"En nuestra vida cotidiana, estamos constantemente vinculados con el ambiente, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Nos despertamos, vamos al baño, abrimos la canilla y sale agua; nos aseamos y nos vestimos con productos que, a menudo, contienen ingredientes provenientes de diversas partes del mundo. Lo mismo ocurre con los alimentos que encontramos en nuestra heladera. Todo esto parece tan cotidiano que olvidamos lo lejos que puede estar el origen de esos recursos. Vivimos rodeados de cemento, en ciudades que parecen aisladas, pero en realidad están profundamente interconectadas con los ecosistemas cercanos y distantes. Nuestros hogares son un 'nodo' que nos vincula con los ciclos naturales de los cuales dependemos para obtener agua, comida, energía y todos los productos que usamos en nuestra vida diaria. Ser conscientes de esta conexión es fundamental para adoptar actitudes responsables hacia el ambiente. Es por eso que, cada 27 de septiembre, conmemoramos el Día de la Conciencia Ambiental." - ¿Como sociedad, de qué manera podemos contribuir para ayudar a preservar nuestro medio ambiente?
"El primer paso, tanto a nivel individual como colectivo, es reconocer nuestra conexión con el ambiente. No somos entidades separadas de la naturaleza, sino parte integral de ella. A menudo, pensamos que los incendios o las inundaciones solo afectan en los lugares donde ocurren, pero en realidad, sus consecuencias impactan a distintas escalas. Colectivamente, necesitamos políticas y leyes que promuevan manejos y producciones sostenibles de ecosistemas, además de contar con políticos comprometidos y ciudadanos activos que cumplan y exijan su cumplimiento. En particular, en el caso de nuestra provincia de Córdoba, es urgente trabajar en un ordenamiento territorial que garantice no solo el bienestar de las personas, sino también la preservación de los recursos naturales. Este ordenamiento debe garantizar el bienestar de las personas, fomentar la integración social en el territorio y promover el uso sostenible de los recursos naturales y culturales." - ¿Cuáles podrían ser algunas actitudes o prácticas responsables a la hora de relacionarse con el ambiente?
"A nivel individual, es crucial reflexionar sobre cómo nos relacionamos con el ambiente y los recursos que consumimos. Preguntarnos cómo usamos el agua, si podemos reutilizarla, de dónde vienen nuestros alimentos y si podemos optar por productos locales o de agricultura orgánica. También es importante reducir el consumo de plásticos, reciclar de manera responsable y cuestionar el consumo innecesario de carne y de combustibles fósiles. La clave está en adoptar una actitud consciente en nuestras acciones diarias, buscando reducir nuestro impacto ambiental y vivir de manera más sostenible. Los caminos por seguir son varios. Vivir implica consumir recursos y generar desechos. ¿Vos qué caminos vas a tomar?"