Un proyecto que busca unir para ayudar

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Dialogamos con Diego Beltramone, uno de los directores del POSTA Project

¿Por qué es significativo que estemos hablando de POSTA y su primera Hackatón en este día?

El Proyecto POSTA nació de la necesidad de unir personas en situación de discapacidad -que tienen necesidades tecnológicas-, con personas que pueden diseñar, desarrollar y fabricar estas tecnologías asistivas. Esta primera hackatón representó el sentido de fondo que tiene el proyecto POSTA, porque los desafíos que tuvieron los participantes fueron presentados a partir de necesidades reales de personas en situación de discapacidad, para que puedan ser resueltas. La participación que hubo por parte de las personas en situación de discapacidad fue central, porque de ellos nacieron estos desafíos, y también asesoraron a los equipos participantes, en calidad de usuarios expertos. Lo significativo aquí fue que se rompió el concepto de que las personas en situación de discapacidad “son las pobrecitas que tenemos que ayudar”: estas personas fueron quienes asesoraron a los grupos porque viven esas necesidades todos los días, y si alguien les plantea una solución, ellas pueden decir si es válida o no.

¿Cómo surgió la idea de realizar la primera Hackatón POSTA?

El Proyecto POSTA nació formalmente en diciembre de 2019, y hasta ahora tiene casi 50 proyectos. Nos pareció muy importante darlo a conocer, y teníamos previsto hacer una hackatón para ello, pero no teníamos fondos. Aplicamos a una convocatoria internacional para hacer eventos del Humanitarian Activities Committee (HAC), una parte del Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE), que es la organización de profesionales técnicos para el avance de la tecnología más grande del mundo. Cuando la ganamos, en junio, pusimos manos a la obra y conformamos un equipo de trabajo que es un lujo… el famoso dream-team. Al principio quisimos hacerla en forma presencial, pero al poco tiempo decidimos hacerla en forma virtual.

¿Nos podés contar qué es exactamente una hackatón y cómo fue la modalidad de trabajo?

Una hackatón es un encuentro de varios días donde se juntan desarrolladores, para resolver algún desafío. Nació desde los desarrolladores de software, particularmente los hackers, y se plantea como una maratón, por eso surge la palabra hackatón. Básicamente aquí se plantearon desafíos a partir de necesidades reales de personas en situación de discapacidad, y los equipos debían proponer alguna solución en forma colaborativa, luego de 4 días de intenso trabajo: del 20 al 23 de noviembre. Cada equipo contó con un facilitador, que los fue guiando en el proceso metodológico, y fue una pieza clave para mantener al equipo unido e ir cumpliendo con cada etapa. Adicionalmente contaron con un grupo de mentores que los asesoraron, quienes son personas reconocidas como fuente confiable en un determinado tema, técnica, o habilidad. Finalmente, hubo personas en situación de discapacidad que asesoraron a los equipos como usuarios expertos, ya que viven estos desafíos todos los días. Al final, cada equipo presentó un diseño lo más completo posible y un video, explicándolo. Un jurado evaluó estas producciones, y resultaron 5 equipos ganadores, donde cada uno obtuvo $35.000 (treinta y cinco mil pesos argentinos), con los cuales entraron en una segunda etapa, donde están fabricando lo que diseñaron y tienen la obligación de donar este prototipo a una institución o a una persona que tenga esa necesidad. Finalmente, estos equipos ganadores deberán cargar toda la información en la plataforma web del proyecto POSTA, en formato Open Source: esto quiere decir que colocarán planos, instrucciones, imágenes y videos para que cualquier persona que tenga esa necesidad pueda descargar la información en forma gratuita.

¿Se involucraron muchos estudiantes? ¿Qué beneficios creés que tiene este tipo de participaciones para ellos?

¡Sí! Se inscribieron 228 participantes de 8 países, con perfiles bien distintos: muchos estudiantes, pero también profesionales; hubo ingenieros, diseñadores industriales, del área social, del área educativa, artistas, profesionales de la salud, personas en situación de discapacidad, familiares… mucha diversidad de perfiles, lo cual enriqueció muchísimo a las soluciones que pensaron, ya que se abordaron de forma interdisciplinaria. Creo que este proceso en el cual conocieron personas de otras carreras, de otros países, los enriquece como personas y como estudiantes, futuros profesionales. Adicionalmente, al pensar soluciones de necesidades reales de personas en situación de discapacidad, los lleva a practicar la empatía, a ponerse en el lugar del otro, y a comprometerse socialmente.

¿Cumplieron con las expectativas los proyectos ganadores?

Los proyectos que participaron fueron muy buenos, y de hecho costó mucho la elección de los 5 equipos ganadores. Nos gustó que hubo diversidad, es decir que no se enfocaron todos en algún desafío en particular, sino que eligieron todas las distintas categorías que planteamos para que solucionen. Otra cosa que nos llamó la atención fue el gran compromiso que tuvieron no sólo durante los días de la hackatón, sino también en la segunda etapa, la de fabricar. Creo que el hecho de que hayan conocido a una persona real, que tenga esa necesidad, los hizo involucrarse de una manera muy personal, íntima.

¿Se cumplieron los objetivos que tenían para la Hackatón en general?

Sí, incluso más. Algo que tuvo positivo, aunque al principio vimos muy malo, fue el formato virtual. Si hubiéramos hecho la hackatón en forma presencial, el impacto hubiera sido local. Al haber sido virtual, hubo participación de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, España, Nicaragua, Perú y Venezuela. Incentivamos que en cada grupo haya diversidad de perfiles, pero también que haya encuentro de personas de diferentes nacionalidades. Por supuesto, respetamos los grupos que se presentaron ya armados.

A la par de la Hackatón, como competencia, hicimos un programa público, donde se transmitieron charlas, tutoriales en vivo, mesas redondas e incluso inventamos el término “hacky hour”, que fue el momento de la noche donde fue un relax dentro de tanto trabajo. Lo disfrutamos mucho. En un momento también hablamos de un tema muy importante y del que se habla poco: sexualidad y discapacidad. Fue un lujo recibir y escuchar a todas las personas que expusieron durante esos días.

¿Qué podemos esperar de POSTA y la Hackatón POSTA en el futuro?

Creo que la Hackatón POSTA hizo ruido, pero del bueno. No sólo tuvo impacto en las personas que participaron activamente, sino que también en aquellas que disfrutaron las charlas, y también se enteraron del proyecto en sí. Se declaró de interés municipal y en la Universidad Nacional de Córdoba. Mucha gente que no sabía de POSTA ahora sí sabe de qué se trata, y se están sumando en una comunidad de personas que tienen un interés genuino en ayudar a otras personas, en este caso en situación de discapacidad. En este año particularmente difícil, creo que pudimos poner la semilla de algo nuevo que se viene, que empezó a crecer, y espero que podamos generar una comunidad de personas que cuando vean una persona en situación de discapacidad no den vuelta la cara, sino que vean de qué forma nos podemos ayudar mutuamente, construyendo juntos.